sábado, 25 de febrero de 2012

Y alegremente dimos muerte a los Dioses.





Todo empezó por la sospecha (tal vez exagerada) de que los Dioses no sabían hablar. Siglos de vida fugitiva y feral habían atrofiado en ellos lo humano; la luna del islam y la cruz de Roma habían sido implacables con esos prófugos.[...] Bruscamente sentimos que jugaban su última carta, que eran taimados, ignorantes y crueles como viejos animales de presa y que, si nos dejábamos ganar por el miedo o la lástima, acabarían por destruirnos.
Sacamos los pesados revólveres (de pronto hubo revólveres en el sueño) y alegremente dimos muerte a los Dioses.
Ragnarök, J. Luis Borges




Mis difíciles momentos personales suelen traducirse en ebullición creativa. El que me acomete en este momento ha sido el germen de este proyecto fotográfico y artístico. Leer a Borges, pasear por el campo, observar... han generado en mí una serie de reflexiones e imágenes materializadas finalmente en analogías visuales que reflejan la indolencia de la sociedad por lo sacro -que es una necesidad humana- en el actual período de crisis, de injusticias y de sin razones capitalistas. Funambulistas, avanzamos por la vida renunciando a nuestra esencia primitiva. Terrenales, nos cerramos a lo transcendental a favor de una posición económica o social. Y para aliviar los vacíos espirituales impuestos por el consumismo, nosotros, hombres y mujeres occidentales, encontramos el alivio en la voz de la Madre Naturaleza que, generosa, nos regala reconfortantes cruces, aquel símbolo que fuera instrumento de muerte o que se encumbrara como místico Tau de los caldeos y egipcios.


María del Mar García.


And happy we gave death to the Gods


My difficult personal moments are in the habit of being translated in creative boiling. The one that attacks me at this moment has been the germ of this photographic and artistic project. To read to Borges, to walk along the field, to observe ... they have generated in me a series of reflections and images materialized finally in visual analogies that reflect the sloth of the society for the sacreds things - that is a human need - in the current period of crisis, of injustices and of without capitalist reasons. Tightrope walkers, we advance for the life resigning our primitive essence. Earthly, we are closed to transcendental in favour of an economic or social position. And to relieve the spiritual emptinesses imposed by the consumerism, we, western men and  women, find the relief in the voice of the Mother Nature that, generous, gives us recomforting crossings, that symbol that was an instrument of death or that was elevated as mystic Tau of the Caldeos and Egyptians.

by María del Mar García.